A partir de ahí seguirá una fructífera racha de publicaciones:
la reedición de El mundo Hókun, todavía en Zaragoza en Litho Arte, en 1975 y,
ya en ámbito nacional y con el padrinazgo de Domingo Santos, Viaje a un planeta Wu-Wei en 1976 en "Acervo Ciencia Ficción". Esta colección era entonces la más prestigiosa del género en el ámbito editorial español y entre autores y títulos clásicos e imprescindibles (Anderson, Dick, Silverberg, Herbert y su Dune, Aldiss, Bloch, Farmer, Brown, Pohl, etc) sólo aparece un autor español y con dos títulos, el que nos ocupa. El Viaje sería reeditado luego por Orbis en 1986 y por Avalon en 2000. Guillermo Fatás, en su reseña para Andalán, comentó: "Si ha pensado que Aragón ha dejado últimamente de producir locos infinitos y creyó por un instante que la lista se acababa con Goya, o con Buñuel, o con Sender... estaba usted en un egregio error. Puede usted salir de él en un delicioso paseo por este libro".
Y Julián Díez, en el prólogo a la tercera edición (Avalón, 2000) llegaba a afirmar: "G. B. es tal vez el escritor que ha publicado mayor cantidad de ciencia ficción seria y de calidad en este país. Y es el único que, si hubiera que hacer una lista de las cinco mejores novelas de ciencia ficción publicadas en España en toda la historia, podría conseguir con todo merecimiento colocar a dos candidatas: ésta y El señor de la rueda. A mi juicio, Bermúdez ha sido la voz más influyente en la génesis de la actual ciencia ficción española. El primer escritor políticamente incorrecto, el primer literato con una preocupación formal añadida a la especulativa, el primer autor con una voz autóctona. El primer postmoderno"
Colabora por entonces en varias revistas y publicaciones como Nueva dimensión y Zikkurat, y da clases de Derecho Mercantil, como ayudante de cátedra en la Facultad de Derecho de Zaragoza, llegando a escribir una monografía sobre la recién promulgada Ley de Ventas a Plazos que según su propio testimonio "no interesó a nadie". También por entonces inicia sus aficiones de radioaficionado y ebanistería y su colección de sellos; y aparentemente asentado definitivamente en Zaragoza, se construye un chalet en María de Huerva.
Desde abril de 1977 hasta marzo de 1979 escribe Mano de Galaxia que, de momento y dada su extensión, no le acepta ninguna editorial. Publica mientras: El señor de la rueda en 1978, en Albia-Espasa Calpe, (reeditada por Orbis en 1986), novela de culto entre los aficionados al género y que posteriormente será incluida en Las cien mejores novelas de la ciencia ficción del siglo XX (Madrid, 2001), La piel del infinito (Dronte, 1978) –premio nacional a la mejor novela de ciencia ficción en Hispacon- y su relato "La última lección sobre Cisneros" es incluido en la antología de Domingo Santos Llorad por nuestro futuro. Antología no euclideana/2. (Acervo, 1978). Entre 1979 y 1980 comienza otra novela larga que finalizará tras interrupciones en 1982 con resultado no satisfactorio: Memorias de un astronauta del siglo XIX, con personajes tan singulares como Julio Verne, Pérez Galdós, Isabel II y el mismo Bermúdez. En 1981, uno de los cuentos de Mundo Hókum, "1944" y "Cuestión de oportunidades", relato que acompañaba a La piel del infinito son traducidos al francés y aparecen en los nº 2 y 4 de la revista Antares.