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OTRAS VOCES
MARÍA ANTONIA SEGUÍ COLLAR
El inicio de la nieve (escena callejera)
En la calle el inicio de la nieve aún parpadea y dibuja el frío;
-no calla la ciudad, no descansa, pero el aire transparenta silencio-
Y esos caminos, las plazas...
los escenarios ocultos,
las aceras de sombra,
breves latidos de gentes sin rostro...
El inicio de la nieve encoge manos,
pliega palabras en alta voz,
brusquedades insertadas como números
en cuadrículas del pensamiento.
“El paraguas no es para jugar” dice el hombre al niño triste
que hacía revolotear varillas como pájaros de sol,
y el niño se aduerme de doctrinas y órdenes- tan claras- tan precisas-
y el paseo ya no es paseo sino marcha militar con alabarderos y coroneles,
-dulzura de papá imponiendo disciplina para que te enteres quién manda aquí-
Y la nieve mientras tanto mirando,
mirando al niño que no juega sino que desfila...
Victoria del grito a oscuras de la belleza.
Cae el agua... dodecafónica, sonora, atreviéndose al desorden innumerable.
Charcos de luz y luna asustada.
Brotes de hojas en agonía -idilio de copos y cielo-
Ciudad en transparencia, bajo albo nocturno...
Y el niño desfila...
-“El paraguas no es para jugar”-
Mientras la madre se va mojando lenta de silencios...
y nieva
Lo demás es silencio
Amaneces en rotura de lunes. Barco que naufraga. Velas plegadas. Cerca de
ti, se mueven fiebres y desamparos.
La calle, islote caníbal, apacienta ganados. Engulle soledades. Mastica
cárceles.
Bajas las escaleras como si teclearas pausas. Abres la puerta como a
arcángeles caídos.
Cuando cruzas la esquina un alboroto de huecos queda detrás de ti.
Punteando pentagramas sin notas, das a luz tu sinfonía.
Lo demás, es silencio, el espacio que dejas entre el punto y la coma.
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