Segundo tema de la Ciencia Ficción: la INFLUENCIA DEL TIEMPO.
Hay que destacar aquí El viajero del tiempo, de Wells. Hay también alguna obra curiosa, como La bella Valencia, de
Theo Barlet, en la cual la máquina de Wells que desaparece en su novela, aparece en una trinchera francesa en 1917 y vuelve al pasado para
volver a aparecer en Valencia en el siglo XIV con una tripulación de soldados franceses que se dedican a atacar a los moros, participan en
la guerra contra la Morisma, utilizan la bicicleta, propagan la sífilis, montan destilerías, crean un periódico,
eligen un antipapa... cuando la máquina regresa a las trincheras sólo han pasado seis minutos.
Hay aquí un subtema interesante que es el de las ucronías. El término ucronía lo utilizó por primera vez un filósofo
francés, Charles Renouvier que escribió en 1875 La Ucronía o la Utopía en la historia. En ella trata de lo que
sucedería si el emperador Constantino no hubiera admitido la iglesia católica. En 1933, André Maurois escribió
He aquí mis sueños, en la que un ángel le lleva a un lugar donde están las posibilidades no realizadas. Así
se establece un principio general de la Ciencia Ficción que es plantear la pregunta ¿Qué hubiera sucedido si...? ¿...si
pasa esto? ¿si sucede esto o lo otro? ¿Qué hubiera sucedido si Hitler hubiera vencido en la Segunda Guerra Mundial? Hay varias obras
sobre este tema, como Patria, o G.B.S.S.. ¿Qué hubiera sucedido si el general Lee hubiera vencido? Esta es una obra
arquetípica. La escribió Ward Moore. Sucede a mediados del siglo XX, los confederados habían vencido en la Guerra de Secesión.
Los Estados Unidos que aparecen ya no son los de ahora. Toda la potencia industrial e inventiva de los estados del norte desapareció y quedó
sustituido todo por hilaturas, negros y algodón. España no estuvo en guerra con Estados Unidos porque no eran capaces de fabricar
acorazados. El protagonista es un historiador con un amigo que ha inventado la máquina del tiempo, en la que viajan a la batalla de
Gettysburg el 1 de julio de 1863, primer día de la batalla. Cuando las tropas confederadas los descubren, retroceden por considerarlos
espías. Su presencia cambió el curso de los acontecimientos, pues los confederados que huyen al verlos no pueden conquistar Little Round
Top, que era punto decisivo del desarrollo de la batalla. Pero al regresar, encuentran la situación normal, la historia tal como la conocemos.
En España Carlos Mendizábal publica en 1909 Elois y Morlocks, novela de lo Porvenir. En 1887, Enrique Gaspar y Rimbau,
El Anacronópeta. Una ucronía española de Nilo María Fabra y Deas cuenta que el nieto de los reyes católicos
no muere sino que crea un gran imperio en el norte de Africa.
Otro tema de la Ciencia Ficción es el de los MUNDOS DESAPARECIDOS Y OCULTOS.
Aquí nos encontramos con la Atlántida, de Pierre Benoit, y otra obra de un nieto de Schliemann, el descubridor de Troya,
titulada Cómo descubrí la Atlántida, cuna de toda civilización. Y también hay que citar La Atlántida
de Jacinto Verdaguer, aunque no sea obra de Ciencia Ficción. Otro tema son los países preservados del resto del mundo, los mundos
perdidos, como El Mundo Perdido de Conan Doyle, Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift... otro tema son los mundos huecos, como Pellucidar de Edgar R. Burroughs.
Cuarto tema, VIDA FUTURA, que podemos dividir en tres partes: anticipación, la utopía o la contrautopía.
Anticipación: extrapolación de lo que sucederá. Utopía, llegamos a un futuro que es el mejor de los mundos posibles; y contrautopía, todo lo contrario, el horror personificado. Como obra de anticipación podemos citar la Jornada de un periodista americano en 2889, y Las maravillas del año 2000, de Emilio Salgari. La obra de Tomas Moro es Utopía, en la que dice "nadie tiene derecho a estar ocioso, todos deben contribuir a la prosperidad del estado, pero la jornada de trabajo no debe exceder de seis horas". Para 1516 en que se escribió, no deja de estar muy adelantada. En cuanto a la contrautopía, Emil Souvestre en 1846 escribió El mundo tal y como será. No olvidemos 1984 de George Orwell. Como anticipación religiosa tenemos El dueño del mundo, de Roberto Hugo Benson, y Juana Tabor, de Hugo Wast.
En España, en 1897 Nilo María Fabra y Deas imagina el primer ayuntamiento socialista en su novela El nuevo ayuntamiento de Madrid en el año 1943. Citemos a La jirafa sagrada, de Salvador de Madariaga, en la cual en un futuro muy lejano solo queda la raza negra, y de Carlos Saínz Cidoncha La caída del imperio galáctico, en la que un demócrata se ocupa de atacar un enorme imperio.