A Parteira (La Partera)
Una noche de invierno, un desconocido de extraña apariencia, fue a llamar urgentemente a la partera de la aldea.
La condujo por en medio del bosque hasta un claro. Allí encontró a una Moura Encantada a punto de dar a luz.
Terminado su trabajo, después del parto, la Moura le entregó un saco como pago por sus servicios,
advirtiéndole que no podía abrirlo hasta el día siguiente. De vuelta a casa, caminando sola,
la comadrona no resistió la curiosidad, abrió el saco y descubrió que estaba lleno de carbón.
Aborrecida por tan pobre pago, se entretuvo el resto del camino jugando con el carbón, esparciéndolo piedra a piedra por en medio del bosque.
Cuando llegó a casa, dejó las dos últimas piedras de carbón que quedaban encima del hogar y se fue a dormir.
Al día siguiente, limpiando el hogar, descubrió dos pepitas de oro.
Dándose cuenta de su error, fue corriendo al bosque para recuperar el resto del tesoro, pero nunca lo encontró.
(Fonte de D. João - Tomar)
Encontré versiones semejantes en leyendas de otras provincias. En algunos casos, en vez de carbón es un saco o un puñado de higos lo que se entrega como pago por un poco de leche - dice la tradición que las mouras adoran la leche, de la cual se alimentan exclusivamente. De cualquier manera, es la única leyenda que conozco en la que una partera ayuda en el parto de un encantada.
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