Editorial X

Tienes ante tí el número X de la revista E.L.F.O.S. Y lo celebramos tratando de superarnos en la calidad de los contenidos, nuestro objetivo desde que editamos el número cero, allá por el ya lejano mes de diciembre de 2000. Ahora somos más de cuatro mil setecientos suscriptores, y muchos más lectores en todo el mundo.

Nació E.L.F.O.S. como una publicación milenarista. Surgió ante la amenaza de que el fin del mundo arrastrara al mismo tiempo nuestro pasado legendario, porque aunque no creíamos en las profecías apocalípticas, nos dábamos cuenta de que nuestro modo de vida, algo tan normal -aparentemente- como la tele, los burguer y la prisa, estaba terminando con las raíces mitológicas de la Humanidad.

Quizá pueda pensarse que esto que acabamos de decir es algo exagerado. No nos engañemos, sólo en una sociedad en la que se da valor a la imaginación, a la memoria colectiva, al tiempo, al hablar pausado, a dedicar la atención que cada uno exige, a los ancianos y a los niños, a la alegría de reunirse los amigos y amigas... sólo entonces es posible valorar una buena historia. Los niños están ávidos de cuentos, y los mayores, sedientos de misterio, de terror, de amor... de verdaderas emociones, de auténticos sentimientos.

Cuando la filosofía asevera que la Humanidad conforma la única especie animal consciente de sus propias limitaciones, y sospecha que esa misma percepción es la que nos llena de angustia desde el nacimiento hasta la muerte, nos damos cuenta de que, por esa misma razón, el ser humano se ha visto abocado a crear un universo paralelo donde -desde el principio de los siglos- ha reflejado el mundo de los deseos y de los temores, liberado de toda contingencia temporal y espacial, en el que el héroe vence y es vencido, en el que todavía queda la posibilidad del retorno al paraíso, en el que el ser humano aparece investido de dios y de bestia, en el que es libre de las cadenas de la mortalidad, del sufrimiento, de la ignorancia, de lo inexplicable, de las leyes físicas; un mundo, en definitiva, construído a partir del sueño colectivo de la Humanidad a través del tiempo. Esto, ni más ni menos, es el mito. Y cada uno de los capítulos, las leyendas. Y quizá los cuentos infantiles sean sus reliquias, quizá rescoldos de antiguos ritos de iniciación y sabiduría.

Pero la historia de la Humanidad continúa, y la imaginación colectiva sigue obligada por naturaleza a recordar los mitos y a recrearlos de nuevo, hasta el fin de los tiempos. Quizá hasta entonces todavía tenga sentido publicar esta revista, E.L.F.O.S. Escritos de Leyenda, Fantasía y Obras Similares.