Permanecimos un buen rato en silencio, mirándonos con fijeza. Después insistí:
- Entonces ¿qué posibilidades tengo de llegar a G. esta misma noche?
- Sus posibilidades son ilimitadas, lo mismo que las de llegar a cualquier otro sitio. Eso no significa necesariamente
que haya de encontrar el lugar que busca. Puede vagar eternamente por nuestras carreteras sin conseguir su propósito. Siga mi consejo y adquiera sin pérdida de tiempo todos los libros de mapas que encuentre. En cualquier caso, la conjetura puede serle de gran ayuda.
- Sin embargo, unos kilómetros más atrás pasé por delante de una señal que indicaba la
cercanía de G. Aquí donde estamos hablando hay otra. La distancia no ha variado. En cambio, esta otra localidad señalé
un nombre que se veía bajo el del lugar que tan fervientemente deseaba encontrar se halla más cerca que antes. Esto es lo que me
confunde y ofusca mi entendimiento. ¿Es que acaso están equivocados los letreros? ¿Es una buena señal para mí
o, por el contrario, es indicio de que jamás llegaré a mi destino?
- No dramaticemos. Ya le he dicho que hay muchas posibilidades de llegar a G. E incluso de hacerlo hoy mismo, antes de
que se alarguen sobre el valle las primeras sombras. En cuanto a las señalizaciones, no siempre son correctas, o para ser más exactos, rara vez
reflejan la verdad. Hay que tener en cuenta que los constantes cambios a los que antes hice referencia obligan a la fabricación continua
de carteles indicadores, los cuales, a menudo, dejan de ser necesarios aun antes de colocarlos. El proceso de colocación, sin embargo,
es escrupuloso y no se emplaza una sola señal sin que se haya hecho con anterioridad la correspondiente comprobación de
kilometraje y mucho menos sin la orden cursada y sellada por la Oficina Central. También puede ocurrir que varias carreteras coincidan en
un mismo trazado y así, no es extraño que, después de un pilón con la lectura N-7, Km 14 pueda encontrarse otro que
rece C-146, Km 6, por poner un ejemplo. Ya habrá observado que, en esta misma carretera, hay tramos de mayor anchura y mejor
pavimentados. Esto se debe a que aquí confluyen, al menos, una carretera nacional y dos o tres comarcales o provinciales; de ahí
la confusión en lo referente a los carteles. Tenga en cuenta que no puede haber dos carreteras idénticas. Tampoco, ateniéndonos
a ese principio, puede haber dos carteles indicadores iguales. Esto no implica que si usted pasa dos veces por el mismo lugar haya de
reconocerlo. En el tiempo transcurrido entre ambos pasos, la carretera ha podido sufrir transformaciones diversas e incluso ha podido ser
sustituida por otra o definitivamente clausurada. En tales casos, los carteles también han de ser cambiados.
- Pero ¿cuál es el motivo? ¿Por qué semejante despliegue de carreteras? ¿No sería más sencillo tener una red modesta pero eficaz?
- Las respuestas a esas preguntas exceden con mucho mis conocimientos. ¡Cuánto más los suyos, si
tenemos en cuenta su bisoñez en las cuestiones de las que estamos tratando! ¿No ha pensado que un motivo pueda ser el proporcionar
ocupación a los miles de desempleados que, de no tener este trabajo, atiborrarían inútilmente las oficinas de empleo?
Menciono esto como una de las más ínfimas razones, sólo para que se dé cuenta de lo limitado de su capacidad en esta materia.
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