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LOS RELATOS Casavella, en su relato La muerte cincuenta y una de John Rivers nos ofrece una lectura más allá de las películas y una gran incógnita: ¿quiénes eran todos aquellos extras que morían tan decentemente, que disparaban desde los tejados, que caían con tanta elegancia? Todos esos extras que se perdían entre el marasmo de nombres de los créditos finales, si es que tenían la suerte de salir en ellos. Una historia de suerte en aquel mundillo de rodajes rápidos sin mucho futuro, donde la posibilidad de mejorar el estatus de doble era del todo improbable. Y en ese marasmo de historias entrecruzadas, la de John Rivers, uno de tantos nombres rimbombantes para citar al extra que mejor se moría: "John Rivers afirmaba con la cabeza; estaba completamente de acuerdo en que no había nadie que se muriera mejor." Manuel Vilas, en Toca un poco y alegra a tu hermano va más allá todavía. Podemos asistir a un día cualquiera en el purgatorio, y acompañar así a Sergio, a Sergio Leone, en su deambular por el más allá a la espera de saber qué pasará con él. Mientras espera, filosofa en torno al cine y su obra; además, repasa un buen número de títulos, con la incomprensión de las nuevas películas del género de los últimos años: "El negro de Sin Perdón estaba ridículo ( ), pero Clint estaba perfecto. Era mi Clint, sí. Todo lo que sabe se lo enseñé". Yo he sido un italiano inventando América desde Almería, lejana y sola.". Pero por supuesto, no está solo, en torno al whisky -quizá el elemento más repetido en los relatos- podemos asistir a las charlas que mantiene con Ford, Buñuel o Bergman, con buenas dosis de ironía y sarcasmo muy características de Vilas. Conversaciones sobre el respeto entre cineastas, donde el Spaghetti Western, todavía paga por el cliché de mal cine. Y es que el purgatorio parece un sitio tan bueno como cualquier otro para pedir justicia. Benítez Reyes se acerca al fenómeno -derivado de la importancia cultural de las películas que nos ocupan- de las novelas del oeste, o también conocidas como las novelas de "a duro", un tipo de género que conoció una gran importancia en los años 50 y 60 y que se extinguió a la par que estas películas, sobre todo por la dura competencia de las nuevas formas de la cultura popular, como la radio y la televisión. En el relato El fantasma familiar, podemos acercarnos a la historia del escritor de novelas del oeste Frank Logan, de profesión pastelero: "Mi padre era quien era, pero era también Frank Logan". Una historia paralela a la de tantos escritores que bajo un pseudónimo, escribían este tipo de obras. Como fue el caso de M. L. Estefanía, quizá el que más éxito cosechó en su fecunda carrera de escritor. A su nombre se asocian también las obras escritas por sus dos hijos e incluso su nieto, ya que pensaron que sería más rentable publicar todo bajo el mismo nombre que hacerse la competencia: en total tres mil obras publicadas, no sólo del oeste, sino también de ciencia ficción, novela policiaca. Se calculan unos cincuenta millones de ejemplares vendidos. Podemos destacar también otros autores, como Alf Regaldie (pseudónimo de Alfonso Arizmendi), que publicó unas seiscientas obras, al igual que en el caso anterior, de diversos géneros. También Lou Carrigan (Antonio Vera Ramírez) o Silver Kane (Francisco González Ledesma) se dedicaron con profusión a este género. Todos ellos comparten una cierta frustración al haber tenido que dedicarse a este menester, la frustración de escribir para ganarse la vida a novela por semana, fundamentalmente porque para ellos, en tiempos de Franco, era el único modo de salir adelante, por ejemplo, Estefanía era ingeniero, también fue general del ejército republicano; Arizmendi pasó siete años encarcelado, también luchó en el ejército republicano. Muchos de los rodajes de los Spaghetti-Western, tuvieron lugar en la provincia de Almería, el pueblo de Tabernas parecía ser el centro de todo aquel mundo de ficción en medio de la nada almeriense. Esos paisajes de colinas casi siempre blancas y que en otoño verdean levemente por las preciadas lluvias. Podemos visitar todavía hoy en la zona, una factoría de ficción que la continua creando, pues existe una especie de parque temático dedicado al oeste y al género que nos ocupa, con espectáculos, el decorado completo de un pueblo de película. (1) Patricia Esteban, en su relato, Hannie Caulder tomando el sol, nos traslada a un rodaje que tiene lugar en Tabernas (el nombre no podía ser más apropiado), y cómo la ficción se mezcla con la realidad de la protagonista porque la actitud de su pareja no dista mucho de lo que marcaban los tópicos de este tipo de cine. Quizá no seamos tan diferentes al fin y al cabo. -----------------------------------------------------------(1) El poblado del Oeste creado para la película "Por un puñado de dólares" tiene hoy el nombre de Mini-Hollywood. Su página web: http://www.minihollywood.es/ |
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© texto 2009 Pablo Lorente Muñoz |
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Versión 18.0- Enero 2009
El cronista de la Red número 18. Critica de cine, Biografía, relato, fotografía, arte, dibujo, poesía, reseñas de libros, traducción, nuevos creadores. Viaje, la historia, la arquitectura y la cultura