Papageno: 50 aniversario - 2- |
Dieciséis páginas intensas (con dibujos de Picasso, del propio Julio Antonio ), llenas de elementos heterogéneos de elevado nivel, para una entrega donde todo tiene cabida y que precisamente por ello, contrasta con la segunda, que verá la luz en el invierno de 1960 y estará dedicada íntegramente -como ya apunté al principio- a la primera publicación de la obra dramática de Miguel Labordeta, Oficina de Horizonte, escrita por el vate zaragozano a comienzo de la década de los cincuenta. Un poema puesto en pie titula Julio Antonio Gómez el prólogo-portada desde el que resume, de forma apasionada, los aspectos más importantes de la obra, al tiempo que establece similitudes entre ésta y la poesía de su autor, de quien traza un retrato entrañable: "Los que conocemos a Miguel, ese Miguel bullicioso, entrometido, socarrón cruel a veces, con su inefable mirar de niño asombrado o pícaro, lo hemos inmediatamente reconocido e incluso ahondado en este drama que, si os place, vais seguidamente a leer. En efecto: todo el mundo fabuloso del poeta inventor, todos sus hermosos galimatías absurdos o soñados -universo quimérico o real, quien sabe- están en la obra, la constituyen, y a ellos habremos de remitirnos cuando deseemos conocer a uno y otra." "Oficina de Horizonte es un poema puesto en pie. Cierto. Nosotros lo hemos visto levantarse y caminar sin vacilaciones " "Oficina de Horizonte plantea el problema del Poeta ante los temas eternos del Amor, del Abismo y de Todo Lo Demás. Como es lógico, Todo Lo Demás acaba por exterminar al Poeta. No es sin embargo una obra triste. La Alegría, la inmensa Alegría, queda encerrada dentro de una botella que, todavía intacta, navega y navegará hasta el fin por los mares del mundo." Guillermo Gúdel realiza la crónica del estreno en la página 2: Fecha del Estreno. Tras el texto de Gúdel, se reproduce el anuncio de la Tragicomedia Epilírica en dos Edades y media, que se celebró el día 6 de Noviembre de 1955 en el Teatro Argensola de Zaragoza (con los actores Pío Fernández Cueto, Lola Gomollón y Mario Barraicoa, la escenografía y luminotecnia corrió a cargo del artista vasco Agustín Ibarrola, y la dirección de Miguel Labordeta). El resto de páginas, de la tercera a la decimosexta, reproducen el texto integro de la obra con dibujos de Le Corbousier, Carlos Alonso y Julio Antonio Gómez. Si bien es cierto que en Oficina de Horizonte se percibe la influencia que sobre Labordeta pudieron ejercer las lecturas de autores como Brecht o Sartre, también es cierto que ello no resta mérito alguno a un autor, que supo alimentar y enriquecer continuamente, con su espíritu inquieto, una mente lúcida y desbordante imaginación, capaz de crear una obra tan difícil como personalísima. Miguel Labordeta tuvo y sigue teniendo un eco innegable en muchos jóvenes poetas e incluso algunos discípulos, entre sus propios compañeros de la Tertulia de Niké: La Edad definitiva de Julio Antonio Gómez, es una muestra clara de ello. Julio Antonio Gómez, que sacó a la calle esta maravillosa tragicomedia existencial, la única incursión que realizó en el mundo del teatro el más importante poeta aragonés: Miguel Labordeta. Julio Antonio Gómez que realizó denodados esfuerzos para sacar a sus conciudadanos de una cultureta oficial, siempre por debajo de las pretensiones de cualquier persona progresista e inquieta. Con menos medios que amigos, con más esperanza que capacidad de acción, con ilusión Julio Antonio intento zafarse de una sociedad triste y oprimida, y a ratos lo logró: Papageno fue durante algún tiempo su válvula de escape, su ventana abierta a un aire nuevo y a los sueños. Antonio Pérez Morte |
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Versión 17.0- Junio 2008
El cronista de la Red número 17.
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