
Poemas - Marta Navarro - 2

Laberintos en verso
Abro la puerta con una llave de fuego,
la casa está templada
y el aire enredado entre las piernas
me empuja hacia adelante.
Un río de hormonas encendidas golpea
la habitación donde duerme Dana.
No, esto no es un sueño.
Esto es una tarde de mayo en Missouri,
una tarde cosida con horas espesas,
azules y celosas.
Una tarde donde los ángeles caídos
comparten fila en el supermercado del deseo,
con el calor estrangulándonos el cuello
y la sangre manando por laberínticos recuerdos.
Sobre la mesa yace un poema violado,
la tinta verdosa borra los caminos del verso
y consigue que las emociones huyan del folio.
Un desierto de papel ruge sobre la mesa dormida,
la casa se deshace entre los dedos.
Refugiados del invierno y sus apéndices,
una vez más nos despierta el deseo.
Cuando el calor invade las orillas de tu cuerpo,
yo me ausento de mí misma. Soy feliz no existiendo.
Y mientras el mundo se tambalea,
Dana sigue durmiendo en la habitación contigua,
ajena al desastre,
ajena también al paraíso por vivir.
No, esto no es un sueño,
esto es un poema que avanza
entre los bosques de tus ojos,
buscando el camino por donde escapar
de una jornada borracha de emociones
y presentimientos.
Dana aún no ha nacido,
este poema nunca se ha escrito
y tú y yo seguimos siendo
sólo un sueño.
© 2008 Texto Marta Navarro
Poemas
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©2008 El Cronista de la red
Versión 17.0- Junio 2008
El cronista de la Red número 17.
Critica de cine, Biografía, relato, cuentos, novelas, poesía, reseñas de libros, fotografía, arte, dibujo, traducción, nuevos creadores. Vivencias de Viajes, aproximación a la historia, la arquitectura y la cultura