Dante, Purgatorio, Manfredo

Dante y el rey Manfredo- 4



     "Nunc me fluctus habet versantque in litore venti."(Aen, VI, 362)

     (Ahora a mí el oleaje posee y remueven en la costa los vientos)

     Verso que el poeta latino pone en boca del difunto piloto de la nave de Eneas, Palinuro, cuando éste se encuentra con el héroe troyano en el Hades.

     Mención especial también merece en mi opinión el verso 132:

     "dov'e' le trasmutò a lume spento".

     Es imposible decir más con menos, suscitar una imagen tan patética y siniestra, tan cargada de honda tristeza, con tan sucintos medios. En efecto, el ritual imponía que el cadáver una vez exhumado se transportara "senza nessuna ceremonia religiosa, con i ceri spenti e all'ingiù capovolti" (con cirios apagados y vueltos hacia el suelo), al decir de los comentaristas italianos antes citados.

    Il Verde es un río de la Italia central, que marca el límite entre el Lazio y la Campania, denominado en la actualidad Garigliano.



     V


Per lor maladizion sì non si perde, 
che non possa tornar, l'etterno amore, 
mentre che la speranza ha fior del verde. 	135 

Vero è che quale in contumacia more 
di Santa Chiesa, ancor ch'al fin si penta, 
star li convien da questa ripa in fore, 	138 

per ognun tempo ch'elli è stato, trenta, 
in sua presunzïon, se tal decreto 
più corto per buon prieghi non diventa. 	141

A causa de su maldición no pierde (el excomulgado) de tal forma el infinito amor que este no pueda volver mientras la esperanza mantenga la flor de (color) verde. /Verdad es que a quien muere en rebeldía / con la Iglesia, aunque al final se arrepienta, / le conviene estar fuera de esta pendiente, / treinta veces el tiempo que hubiera estado / en su presunción, si tal decreto / más corto con buenas oraciones no se torna.


Purgatorio, Dante, Manfredo

Dibujo de Sandro Boticelli



     Después de su punto culminante, el episodio deriva hacia aguas más sosegadas. Si bien ha sido establecido el hecho de que el arrepentimiento a última hora ("mentre che la speranza ha fior del verde", mientras haya esperanza) pone en movimiento a la bondad divina incluso en el caso de la excomunión, no obstante el alma del culpable ha de purgar sus iniquidades fuera del Purgatorio ("di questa ripa in fore"), treinta veces el tiempo que perseveró en su falta, a no ser que, y esta es la segunda petición y encargo del rey al mundo de los vivos, éstos mediante su plegaria reduzcan tal periodo. El "lor" del verso 133 se refiere al papa o a los obispos, que son quienes tienen potestad para separar de "la comunión de los fieles".

    VI

Vedi oggimai se tu mi puoi far lieto, 
revelando a la mia buona Costanza 
come m'hai visto, e anco esto divieto; 		144 

ché qui per quei di là molto s'avanza". 

(Mira finalmente si tú me puedes hacer dichoso, / revelando a mi buena Constanza cómo me has visto, y también esta prohibición: /que aquí, por los de allá, mucho se avanza).

    Los últimos cuatro versos (el terceto final y el verso añadido para compensar la rima del segundo verso que de otro modo quedaría abierta), nos devuelven a la situación de partida, completando una especie de estructura anular: Manfredo renueva su inicial encargo a Dante, que se haga justicia a su persona, pero ahora reiterando la solicitud de plegarias para la más pronta remisión de su pena.

     Esta es la historia del rey Manfredo que nos ha transmitido Dante en su Divina Comedia: una sabia mezcla de personaje real y creación literaria. En ella se pueden encontrar, manejados con maestría, componentes de índole muy diversa: teológicos, políticos, históricos…, pero sobre todo literarios. Y en lo que se refiere a estos últimos existe a su vez una gran variedad, pues en la configuración de la escena son apreciables elementos dramáticos, épicos-narrativos en el desarrollo del episodio y líricos en la expresión tan sutil de los sentimientos del protagonista. En conclusión, se trata de una muestra (seleccionada bastante al azar, lo confieso), de excelente poesía en una lengua que parece especialmente dotada para ella.





Purgatorio, Dante, Manfredo



© texto 2008 Rafael Lobarte

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Versión 17.0- Junio 2008