Ostraka - 5
Yo
Mañana. Mirada sobre el agua a la luz que se abre en la distancia. Mediodía. La mirada perdida en el centro de la luz del agua ardida. Tarde. Mirada que se abre a la orilla del mar. La ola se abate. Noche. La mirada recoge un cesto de ceniza, agua salobre. Silencio. Reposo del destierro que mece en su callar el mar del sueño hasta empezar de nuevo. Mañana empezará otra vez el agua.
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Esta tierra no puede ser la mía si de ella tengo al fin que separarme. Aún no sé tras tantos años si soy yo el que se aferra y la retiene o es ella quien me arrastra. Yo me muevo veloz sobre una espera. La prisa de los siglos se mide por eones y aún no sé si el dolor, si la separación, que existe entre esta vida y nuestro anhelo es la tensión que surge entre dos prisas de las cuales la una sabe que es más lenta. Quizás tenga razón Pedro Salinas: "Vivir desde el principio es separarse". Quizás tenga razón mi sentimiento y esté en mi desarraigo mi destierro.
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No sería seguramente exilio si fuera un campo gris de desmemoria, si sólo hubiera claridad en la mañana y no un sabor extraño a tardes rancias. Pero ya no podemos empezar como quien viene de la noche hueca y ansía sólo descubrir el aire o el sonido del tiempo que nos lleva a la luz. Son demasiadas las heridas que arrastramos y los vientos de sal que nos arrastran. El precio por el sueño de una patria o de un perdido paraíso es esta correosa moneda de destierro.
© 2007 Fotografía Jesús Chueca
