El Cardenal, de Rafael Sanzio.

Texto Rafa Lobarte

Cronista


Retrato del Cardenal. Rafael Sanzio El Cardenal de Rafael


     A finales de los 70 y por un cierto afán inconformista - quien lo iba a decir en este caso -, siendo estudiante de historia del arte decidí fijar mi atención en la pintura de Rafael, ese miembro de la tríada pictórica del Renacimiento pleno italiano al que profesores y compañeros relegaban en general a un segundo plano, deslumbrados sin duda ante el poder mediático del ya entonces misterioso Leonardo y de Miguel Ángel, éste último paradigma de los valores esenciales de la cultura visual del siglo XX en sus aspectos más voluntariosos, más dinámicos, y por qué no decirlo, más violentos.

     Por entonces yo andaba buscando en la literatura y en el arte valores diametralmente opuestos; mi continua desazón, por lo demás la propia del tiempo que nos ha tocado vivir, me ha llevado a admirar esos momentos de la historia que habitualmente se denominan clásicos, tan difíciles de alcanzar y que por ello mismo han durado tan sólo un suspiro: la calma, la dicha, la seguridad que se advierte en los frisos del Partenón o en la obra de Rafael. Es como si el ser humano hubiera estado alguna vez al fin conforme consigo mismo y con su lugar en el mundo.

     Tras el interés inicial llegó la pasión y con la pasión el deseo irresistible de conocer directamente la obra del maestro; deseo que sigue acompañándome en la actualidad, aunque con el paso del tiempo he tenido la suerte y la dicha de contemplar, allí donde se conserva, gran parte de la producción pictórica de Rafael. Sin ir más lejos este último verano he visto por vez primera uno de los cuadros que marcan el aprendizaje del pintor italiano, el San Sebastián que se expone en el Museo de Bérgamo. Pero en los 70 no me resultaba fácil viajar al extranjero y tuve que contentarme en un principio con saciar mi desatada pasión en las piezas de Rafael que alberga el Museo de El Prado.

     En aquel momento aquellas obras me parecieron aunque interesantes un tanto insuficientes, deseoso como estaba de viajar a Roma y adentrarme en las Estancias Vaticanas donde sin duda alguna estaba seguro de encontrar al mejor Rafael. Si bien esta última afirmación sigue siendo en sus términos generales correcta, mi apreciación de los fondos de El Prado no dejó de ser bastante injusta entonces, porque allí también se puede encontrar sin duda al mejor Rafael.

     Y de los cuadros de El Prado y en particular del retrato de El Cardenal, me gustaría decir algunas cosas.


     Las épocas de Rafael


     Pero antes de comentar los cuadros de El Prado hagamos un somero repaso a las diferentes etapas a través de las cuales se fue desarrollando el arte y la propia biografía de Rafael.

     Período de formación:

     Raffaello Sanzio nació en 1483 en Urbino. Su padre era también pintor y en el taller paterno parece ser que dio nuestro artista sus primeros y muy procaces pasos.

     Posteriormente comienza a trabajar con un pintor bastante sobresaliente del Quattrocento italiano, Perugino, de quien heredará el gusto por la monumentalidad y esa "gracia", esa búsqueda de lo bello, que con el tiempo sabrá despojar de la blandura y del amaneramiento propio de su maestro.


     Periodo florentino (1504-1508):

     Aunque pueda ser considerado como un segundo periodo de aprendizaje los resultados comienzan ya a ser espléndidos. En Florencia Rafael conocerá y estudiará la obra de Leonardo y Miguel Ángel, labrándose sobre esa solidísima base un estilo claramente definido. Es el período de sus famosas maternidades, Vírgenes con Niño, cuyas figuras femeninas están dotadas de una belleza tal que ha constituido durante siglos el paradigma de lo bello en la cultura visual de occidente. En esta serie el joven artista desarrollará también fórmulas cada vez más complejas desde un punto de vista compositivo. Asimismo se enfrentará con éxito al arte del retrato a pesar de que las obras de este periodo carezcan de la rotundidad y perfección del periodo romano.


Retrato de Rafael Sanzio
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© 2007 del texto Rafa Lobarte

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