Sábado de Gloria |
¿Qué hacía yo sabiendo que esa marcha justamente era una de las últimas patadas para desmovilizarnos y desaparecernos como movimiento social nuevo, recién nacido? ¿Qué hacía yo, mitad Jane Fonda y mitad piquetera, mientras mi hijo estaba desamparado en algún otro lugar de esta Patria que me duele en el alma? Días después, el 18 de abril, un atentado impune y brutal terminaría con la poca resistencia que me quedaba y un mensaje de texto de mi hijo, desde donde estaba, con hambre o con frío, solo y sin sueños, me inyectó fuerzas para seguir y aquí estoy siguiendo Hijo: ¿Habrá más Sábados de Glorias de nuestras vidas? Habrá más marcas, estigmas, vía crucis y ensordecedores ruegos hacia dioses impotentes? Habrá? Seguramente, ellos aún tienen el poder pero nosotros, somos el Amor Y vuelve el recuerdo del abrazo al bebé de seis meses un abrazo tan fuerte a ese hijo que tantos años después sigue representando el futuro , como si volviera a sumar miedos eternos y a dar por resultado ternura |
© 2006 Anamá Martínez |
Inicio |
© 2006 El Cronista de la red