Las Moradas de Eros. 2

por Rafael Lobarte.

Cronista


Las Moradas de Eros 2


A ti

¿Por qué has venido ahora
a perturbar con tus luces
mi pretendido sosiego?
¿Quién eres tú? ¿Qué me quieres?

Andaba yo consolando
el hastío inevitable
de no haberte conocido,
con un cielo misterioso
y un rumor de antiguas voces,
dulce fruto que llevarme
lentamente hasta la boca;
y no dejaba empero
de sentir cómo la muerte
había alzado su oscuro
campamento entre las ruinas
vanas de unos vanos sueños,
breves túmulos de arena.

Y aunque sepa que otra cosa
no eres tal vez que el último
y por ello el más triste
de todos mis desengaños,
resplandece en tu hermosura
cual breve y rojo cometa
que pase enarbolando
en la noche su estela
tan dolientemente amarga.

© 2006 Rafael Lobarte

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