Del amor y de la ausencia. 6.

por Fernando Sarría.

Cronista


Del amor y de la ausencia


Me hiere la noche con tu nombre de piedra,
mientras me acerco a ti, olvidado del mundo,	
buscando el regreso al adarce invisible de tus manos.

¿Qué cadencia de mi cuerpo y de mi sombra?
Te he ansiado en los albores de los días,
lejano, ensimismado en luchas y batallas
e iluminado por falsos oropeles,
cuando desnudo ante el espejo
la soledad era el único destino
y tú seguías presente en el susurro,
rozando mi piel con tu recuerdo.

Llego a ti, golpeado por el viento
que en la noche me asalta y me condena
y abandonado en la penumbra 
por los azules fulgores de los astros.

Tus manos me abren su regazo
como un océano recibe a todas sus mareas,
dando a mi verbo el color derramado en el camino
y a mi cuerpo la savia y el deleite
que nace en la melodía de nuestro encuentro.

© 2006 Fernando Sarría

Pino mediterráneo


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