Estos sith's o fairies son conocidos como sluagmaith, o «la buena gente» (...) y se dice de ellos que su naturaleza se reparte, a partes iguales, entre la del hombre y la del ángel (como se pensaba de los daemones de antaño), que su temperamento es inteligente y solícito, y que sus cuerpos, ligeros y cambiantes (como los denominados astrales), tienen algo de la naturaleza de la nube condensada, viéndose mejor a la hora del crepúsculo.
Estos cuerpos son [...indescifrable en el manuscrito...] tan mudables, a causa de lo sutiles que son los espíritus que los animan, que éstos pueden hacerlos aparecer o desaparecer a voluntad (...)
A veces, sus cuerpos de aire coagulado son llevados
hacia lo alto, mientras que, en otras ocasiones, se arrastran a ras de suelo,
adoptando diferentes formas, penetrando por cualquier grieta o hendidura de la
tierra (por donde pueda entrar el aire) hasta llegar a su morada habitual, ya
que la Tierra está llena de cavidades y huecos, y no hay ningún
lugar o ser creado que no tenga otros animales (más grandes o más
pequeños) viviendo como habitantes en su interior o encima, de la misma
manera que en todo el universo no hay cosa alguna que sea un puro desierto.
Del libro "La Comunidad Secreta", del clérigo Robert Kirk (Ediciones Siruela, Madrid, 1993. Introducción, traducción y notas de Javier Martín Lalanda) |