-"(...)Tú posees conocimientos. Ahora poseerás la verdad, pues no siempre las dos cosas son una misma".
(página 91)
"-(...)la historia de los monos desnudos(los humanos)es una demostración constante de que destruyen las cosas
con sus manos antes de comprenderlas con sus mentes".(página 99)
"Fungle la miró fijamente a los ojos para ver qué le decían éstos sobre el dolor que sentía.
Los ojos son como los anillos del tronco de un árbol o como las capas de sedimentos diferenciados que se han depositado en la tierra a lo largo de los
milenios. E, igual que un botánico o un geólogo expertos saben interpretar estos estratos de madera o de tierra, Fungle era capaz de reconocer
en los ojos de una persona el historial de conocimientos, alegrías y dolores acumulados por el paso del tiempo".(página 128)
"Con los ojos cerrados, se meció suavemente al ritmo de su música. A veces, al gnopo le parecía
que, cuando tocaba, creaba un lugar, un lugar real que visitaba cada vez que interpretaba su música. Por eso, siempre se aseguraba de que esa música
creara un lugar que le inspirara felicidad. Le había enseñado a tocar su madre, muerta hacía ya muchos años. «Está en
el bosque, pequeño Fungle -solía decirle-. La música está en el bosque y en el transcurso de tu vida aprenderás la sabiduría
del bosque.» (página 183)
"Como tanta buena gente que considera el mal como una fuerza de la naturaleza en lugar de como un estado mental, Fungle
siempre había imaginado la maldad como algo mecanicista, frío, autónomo. Insensible. Porque, ¿cómo podía ser malo algo que fuera
sensible, algo capaz de experimentar alegría? Pero, viendo a Theverat alabar ante él lo maravilloso y placentero de unos actos repugnantes que
ningún ser con conciencia podría aceptar, Fungle se dió cuenta de que había estado equivocado. Una serpiente era mecanicista, fría
e insensible... pero era absurdo llamarla maléfica; una serpiente era la cosa más natural del mundo. Lo que Fungle alcanzó a
comprender mientras Theverat, llevado de su entusiasmo, se hinchaba en la noche evocando visiones de poder espiritual y de placer físico, fue que el mal
no es en absoluto una fuerza de la naturaleza. Un lobo se alimenta, pero sin reflexionar, sin sentimientos. Un huracán destruye, pero sin pasión. «La
maldad -reflexionó el gnopo- es sólo una pasión por uno mismo por encima de todo lo demás.» (página 215)
"-Ustedes han olvidado la tierra -continuó, pues, el gnopo-. Por alguna razón se han convencido de que la naturaleza
es su adversario, al que hay que derrotar y controlar, que domesticar y ocupar. La tierra es un organismo vivo, un cuerpo como el de cada uno. Si uno trata con
respeto su cuerpo, vivirá más. Y lo mismo sucede con la tierra. Los humanos eliminan insectos sin pararse a pensar que éstos son más
útiles que ellos; su pueblo, señor Carson, no tiene ni la menor idea de que los insectos pueden vivir sin ustedes, pero ustedes no pueden vivir
sin ellos. Incluso cuando se dedican a explorar la tierra, llevan consigo sus casas sobre ruedas y viajan a otro lugar donde también hay edificios y
televisores y esas cosas, y ya no tienen idea de lo maravilloso y lo pasmoso que resulta estar perdido en el mundo. Pero en su interior, en sus cuadros, sus
libros, sus poemas y sus películas y programas de televisión, todo grita: «¡Estoy perdido! ¿Alguien me oye ahí fuera?». ¿Y
quien responde? -continuó Fungle con un triste movimiento de cabeza-. Los perdidos. Los perdidos en su casa. (...) -Sin embargo, de una manera muy
real y muy tangible, no consigo precisar dónde termino yo y dónde empieza el resto del mundo. Y a ustedes, hace tiempo, les sucedía lo
mismo (...). A todos. Pero esto -se volvió a dar unos golpecitos en la frente- resultó más fuerte. -Luego agitó los dedos delante
del rostro y añadió-: Y éstos también se hicieron más hábiles; en algunos aspectos, más incluso que la cabeza. Y ahí
está el meollo del problema. Ustedes se han vuelto absolutamente «tecnilógicos» en los últimos años. Y tecnología significa progreso, y el
progreso, entre ustedes, se mide en mejorar las comodidades. Y ahora esas comodidades creadas (...) les están cerrando lo ssentidos, están
reduciendo su percepción de la vida, de la Madre Tierra (...). Pero todos esos sentidos antiguos están todavía guardados ahí dentro,
señor Carson (...) Dentro de cada uno hay un yo ancestral que sabe que las cosas tienen que ser de otro modo, que se acuerda de cuando no sabía
dónde terminaba el mundo y donde empezaba uno".
(páginas 313-314) |