Aragoneria > Techumbres y Artesonados Españoles
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 19 de octubre de 2023 última revisión
Al intentar una clasificación de los techos españoles, es mejor basarse en la estructura que basarse en el estilo. Las características de estilo son con frecuencia confundibles en muchos de estos techos. En el aspecto ornamental o decorativo vemos a menudo la penetración del arte gótico con los entrelazados de origen sarraceno en la misma techumbre, y aun la extraña fusión de los clásicos motivos del Renacimiento con formas distributivas que caracterizan el arte mudéjar. Por esto decimos que una división fundada en los estilos es muy difícil de puntualizar. La clasificación estructural, en cambio, es mas a fin a la clasificación estilística de los que a primera vista pudiera parecer. Marchan las dos corrientes estructurales - la plana y la de sección trapecial- avanzando, una de Norte a Sur, la otra de Sur a Norte; en el Bajo Aragón se dan casos de acertado maridaje de la estructura plana con el decorado policromo, eminentemente mudéjar: tal es el techo de Maluenda, de el cual en su lugar ya hablaremos.
De entre los techos planos los hay que tienen las vigas visibles; en otros, en cambio, están disimuladas en su estructura y en ellos se hicieron descender los plafones hasta cerca del plano inferior de las vigas. Finalmente, incluidos un principio dentro del grupo de techos planos, existen los artesonados propiamente dichos, basados también en la falsa estructura, en la estructura simulada mediante unas traviesas de igual altura que las vigas, y que siendo por éstas divididas dan lugar a las cuadradas artesas (1) que caracterizan muchos techos de pequeñas salas. Respecto a su composición, estos artesonados entran de lleno dentro de las normas del Renacimiento, y se hallan influidos por los techos de Benedetto da Majano y de Michelozzo Michelozzi en el Palacio Viejo florentino, y también por el techo plano de Santa María la Mayor de Roma, obra de Giuliano de San Gallo. Por último se llega, en la carpintería española, a una liberación relativa de las estructuras y las composiciones mudéjares para adoptar, con gran retraso, los ricos y afinados moldurajes que se habían originado en la dulce Toscana.
Los techos cuyas sección tiene, en su perímetro interior, la forma de trapecio, son conocidos bajo el nombre de techos de pares y nudillo, porque sus armaduras están compuestas por dos maderos tornapuntados, que se llaman «pares» o «alfardas» (y forman el armazón de los faldones), interceptados a los dos tercios de su altura por las piezas horizontales que reciben el nombre de «nudillos» y sostienen el «harneruelo» o paño (2) horizontal de esta Clase de techumbres.
(1) Cada uno de los adornos cuadrados o poligonales, por lo común con molduras y un florón en el centro, que hay en techos o bóvedas.
(2) Cada uno de los diferentes planos que forman un techo de pares y nudillo.
En el último se apoya el testero inclinado que forma como un gran artesón si el techo es de planta rectangular, o los tres paños ochavados si el techo es de planta achaflanada. El conjunto de estas superficies planas rebatidas sobre el harneruelo está representado en la figura 2 para el primer caso, y en la figura 3 para el segundo. La construcción entera se apoya sobre los muros por intermedio del estribado (1), marco de grandes vigas reforzado por tirantes; si el techo está terminado por un semioctógono, forma parte del estribado cuatro piezas llamadas cuadrantes que sirven de apoyo a los paños, rellenándose el espacio triangular resultante con pechinas (2) o trompas (3) de madera,
Fig. 2. Techumbres y artesonados.
(1) Conjunto de maderos horizontales en que se apoyan los pares de las armaduras.
(2) Cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forma el anillo de la cúpula con los arcos torales.
(3) Bóveda voladiza fuera del paramento del muro.
Lo característico de esta dispuesta la «lima» o intersección inclinada de las caras, en ellos, en vez de una sola pieza en el ángulo formado por dos paños hay dos piezas, una en el plano de cada paño. Esta disposición les permite la independencia de cada uno, no teniendo mas apoyo que el estribado y el último nudillo del harneruelo, y además facilita que los faldones (1) se puedan prolongar por encima de los paños del testero, formándose una cubierta que, afectando por debajo la forma artesonada, vierta por encima a dos aguas. Añadamos como dato interesante que, en general, en estos techos no hay ensambladuras, estando casi todas las piezas elevadas unas con otras.
El techo de pares y nudillo pudiéramos considerarlo como una gran artesa y llamarlo artesonado, pero lo común suele darse este nombre a un techo de madera que tiene una red de profundas artesas. En estos artesonados, el fondo de la artesa es el «almizate» y el borde o parte mas saliente es el «almarvate»; entre uno y otro se desarrollan las superficies mas o menos adornadas que se llaman «descendidas».
Fig. 3. Techumbres y artesonados.
Clasificadas las techumbres españolas a base de estructuras, cabría para ellas una subclasificación geográfica. Dentro de cada grupo, que responde en lo esencial a una forma constructiva, pueden distinguirse tres subgrupos, comprendiéndose en el primero las techumbres del antiguo Reino aragonés (o sea de Cataluña, Aragón, Valencia y Mallorca), en el segundo las techumbres del centro de la Península (o sea de Castilla), conjuntamente Con alguna de León y de Extremadura), y en el tercero las techumbres andaluzas. La misma subdivisión se puede hacer para los artesonados.
(1) Porción inclinada (plana o con artesones) sostenida por los pares de las armaduras de cubierta.
Siendo Cataluña la parte de la Península donde la influencia árabe menos se notó, la ponemos en primer lugar en cuanto al orden de descripción de los techos planos. En Cataluña es donde aparecen mas manifiestas las características propias, sin la influencia avasalladora del arte mahometano que dominó soberanamente en el centro de España – en Toledo sobre todo – y, emanando de Córdoba, en toda Andalucía. Aun dentro del Reino Aragonés, la decoración de estilo mudéjar se dejó sentir mucho, y en algunas techumbres que hay en el Bajo Aragón – entre ellas las de Maluenda, ya citada, y la de Teruel – el influjo es importantísimo.
Partiendo de todo lo antedicho, dividimos las techumbres españolas en: 1º techumbres de estructura plana con vigas vistas; 2º techumbres de pares y nudillos, y sus derivados cupulares; y 3º artesonados, con las techumbres planas de vigas ocultas consideradas como artesonados cuya profundidad se haya anulado.
Tomando esta clasificación como base, indicaremos ahora las obras principales de que nos vamos a ocupar, notables todas ellas en un aspecto u otro.
Techumbres de estructura plana, con vigas vistas
Castillo de Santa Coloma de Queralt. Castillo de Peratallada. Castillo de Vulpellach. Castillo de Vilasar. Casa del Marqués de Llió, en Barcelona. Iglesia de la Sangre, de Alcover. Sacristía de la catedral de Tarragona. Casa de la Ciudad, de Vich. Rectoría de La Floresta.
Claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos. Sala de recepción del Palacio del Infantado de Guadalajara. Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe.
Casa del Duque de Alba, en Sevilla. Casa de Pilatos, en Sevilla. Casa Pinelos, en Sevilla. Casa Olea, en Sevilla.
Techumbres de estructura angular
Dormitorio de los novicios, en Poblet. Iglesia de San Miguel, de Montblanch. Santuario de Paret- Delgada. Hospital Viejo de Vich. Castillo de Peratallada. Castillo de Perelada. Capilla de Santa Agueda, en Barcelona. Casa- Ayuntamiento de Puigcerdá. Iglesia de San Miguel, en Barluenga.
Techumbres de pares y nudillo
Catedral de Teruel.
Iglesia de San Juan de la Penitencia, en Toledo. Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.
Convento de Santa Clara, en Sevilla. Iglesia del Convento de San Clemente, en Sevilla. Convento se Santa Isabel, en Granada; y otras en pequeñas iglesias.
Cubiertas de estructura cupular
Capilla de San Miguel, en la Seo de Zaragoza.
Salón de Cazadores del Palacio del Infantado, en Guadalajara.
Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla.
Artesonados.
Castillo de la Aljafería, en Zaragoza. Salón de Cortes de Audiencia de Valencia. Salón Nuevo del Palacio de la Generalidad en Barcelona. Palacio de los Virreyes de Cataluña, actualmente Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona. Consulado de Mar, en Palma de Mallorca. Real Maestranza, en Zaragoza.
Salón de linajes del Palacio del Infantado, de Guadalajara. Sala capitular de la catedral de Toledo, patio del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares.
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Clasificación estructural. Techumbres y Artesonados Españoles. Jose F. Rafols. Barcelona. 1926. Libro, Fotografías, ilustraciones, artesonados, tejados, edificios, mudéjar
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